No dio el piné

No dio la talla. La parada era brava y debía sacar chapa si quería mezclarse con los de arriba. El equipo contaba con una sola baja, la del Mariscal Corcho, suspendido en el partido anterior por agredir verbalmente desde el banco de suplentes.
El equipo arrancó dormido, dejando su mejor arma en el banco y viendo como los goles se sucedían. En el primero entraron tocando, nadie siguió las marcas y terminaron definiendo. El segundo viene al minuto, ya que como siempre, despues del primer gol el equipo se desordena y parecíera que fuera la última jugada del partido, entonces se arriesga de más, y se pierden pelotas importantes en lugares donde cuestan muy caro, un gol en contra. Poco después vino un gol de corner, en un horror defensivo donde nadie marcaba a nadie. Entraron 3 rivales solos a la carrera y uno sin marca conectó para liquidar el pleito.
Recién ahí entró el Mini al partido y despertó algo de confianza en un cotejo que pintaba muy feo. Desbordó y tiró un centro fuerte que nadie llegó a tocar, a excepción de un defensor que se lo llevó por delante, llegando así al descuento. Pero otra vez se volvió a marcar muy mal: arrancaron desde mitad de cancha entrando por el centro, nadie salió a marcar y con un tiro potente - ayudado en gran medida por el viento que movio la pelota y con el arquero que no tuvo reacción para evitarlo- convirtieron el 4 tanto.
El segundo tiempo fue más de lo mismo, todas las esperanzas depositadas en un solo jugador, que pateando desde muy lejos al rastrón, esquinó el tiro descontando otra vez a 2 goles. Ya sobre el final se intentó con más coraje que fútbol pero el partido ya estaba liquidado.
Faltó concentración, actitud y juego. Muchas ventajas ofrecidas para un partido tan importante.